Construido sobre el ADN obvio de un Tube Screamer con un tono firmemente arraigado en Texas, el String-Singer es un más versátil, pulido y primer alcalde. Es como si su pedal de sobremarcha favorito hubiera cambiado sus botas vaqueras y de mezclilla lavadas a la piedra de bar-gig por un suave nuevo traje. La clave está en el nombre, pero tiene una voz particularmente buena para las bobinas simples de una Stratocaster en un amplificador Fender de mayor headroom; los String-Singer clava absolutamente todo, desde un impulso limpio hasta tonos solistas supersuaves y armónicamente ricos. Es dinámico y táctil, con un aumento de volumen significativo si es necesario.